Viudas con dinero: De cómo Maciel hizo su imperio (II)

Viudas con dinero: De cómo Maciel hizo su imperio (II)
La estructura financiera del sacerdote involucraba millonarios sobornos a jerarcas católicos, además de fraudes y donaciones sospechosas; el dinero fue la llave que le abrió las puertas del cielo vaticano.
· 2010-04-18 | Milenio Semanal
Foto: Filippo Monteforte/ AFP
Foto: Filippo Monteforte/ AFP
Roma, en 1946, luego de
Maciel llegó a Roma vía Madrid, donde buscó las becas de estudio que el gobierno de Franco otorgaba a los seminaristas de países latinoamericanos. El Premier español, Alberto Martín Artajo, le dijo que necesitaba el visto bueno del Vaticano para que sus jovencitos fueran recibidos en España. Amparado por los fondos otorgados por varias de las más ricas familias mexicanas y por su presidente, Miguel Alemán Valdés, consiguió una cita con Clemente Micara, un nuevo cardenal y veterano diplomático papal. El cardenal Micara, de 67 años, estaba obsesionado con reconstruir Roma. Maciel, delgado y alto, de cabello castaño claro y ojos azules, no hablaba italiano, pero Micara hablaba español. Maciel le dio a Micara 10 mil dólares, una suma enorme en una ciudad en ruinas.
Maciel habría entregado 10 mil dólares al cardenal Clemente Micara (izq.) para abrir asi las puertas del Vaticano. Foto: Dmitri Kessel/ AFP
Esos primeros seminaristas y víctimas tempranas dirían años más tarde a a Gerald Renner y a quien esto escribe en un reportaje publicado por The Hartford Courant que vieron a Maciel inyectarse un derivado de morfina llamado dolantina. En 1956, un desquiciado Maciel ingresaría al hospital romano Salvator Mundi. El cardenal Valerio Valeri, prefecto para
Pero no se hizo pública la suspensión de Maciel, quien viajó por España y Latinoamérica recolectando fondos para un gran proyecto en Roma: la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, cuya primera piedra fue bendecida por Micara. Cuando en 1959 murió Pío XII, Micara, entonces vicario de Roma, firmó una orden reinstalando a Maciel; algo que en el tiempo muerto entre Papas no tenía autoridad para hacer ya que la ley canónica congela las determinaciones oficiales en esos intervalos. ¿Qué podían hacer Valeri y otros ofendidos por Maciel? ¿Gastar su capital político con el nuevo Papa retando a Micara sobre un sacerdote toxicómano y aficionado a los niños, pero que podía conseguir el dinero suficiente para construir una basílica? Maciel fue entonces redimido por una orden ilegal de un cardenal a quien le había entregado 10 mil dólares 13 años antes: Micara quería infraestructura y Maciel tenía el dinero.
El cardenal Valeri suspendió a Maciel por drogadicto Foto: Dmitri Kessel/ AFP
VIUDAS CON DINERO
La estrategia financiera de Maciel se concentró en las mujeres de hombres adinerados. Flora Barragán, viuda de un industrial de Monterrey, fue crucial: luego de su muerte, su hija le confesó a José Barba que 50 millones de dólares de su madre habían ido a parar a las arcas de
Tenía 30 años. En 1953 quiso construir un colegio en Salamanca, España; yo estuve allí, pero el obispo estaba enfermo y no pudo poner la primera piedra, así que los trabajos comenzaron en 1954, cuando Maciel compró también para otro seminario el viejo spa de Ontenada con todo y su lago. Todo en efectivo. El padre Gregorio López, sacerdote legionario, me dijo que entregaba el dinero envuelto en papel delgado a Leopoldo Corínez, representante de los hermanos que vendieron una de las últimas propiedades de esa familia. No sé la cantidad exacta”. Luego de 1958 las construcciones de Salamanca se hicieron por la generosidad de Josefita Pérez Jiménez, hija de un ex dictador venezolano.
Pero sin duda fue en Monterrey donde Maciel cosechó de manera más que generosa. Tan pronto como en los años cincuenta, la familia Sada le regaló un Chevrolet de lujo para que lo usara en Roma; Maciel pronto abrió en Monterrey sus escuelas privadas, una para niños y otra para niñas, exportando hacia América su modelo escolar diseñado para atraer familias adineradas que luego entrarían al Regnum Christi, “el Movimiento”, donde además de colectar agresivamente recursos económicos se organizaban grupos de estudio para discutir las cartas y discursos de Maciel.
El escándalo, sin embargo, se desató en
Flora Barragán, una de las millonarias donadoras, con Maciel y el Papa Paulo VI. Foto: Especial
Raúl González Lara Rivas, 29, el segundo de los hijos de Maciel en México, le pidió ayuda legal a Bonilla. Sacerdotes de
SODANO, EL PROTECTOR DESDE ROMA
Pieza fundamental para cimentar el legado de Maciel en Roma es la universidad Pontificia Atheneaum Regina Apostolorum, y el cardenal Sodano fue central en el crecimiento de ésta y de
José Bonilla ganó su demanda contra
Años después, en 1989, Sodano, antes de ser nombrado secretario de Estado en el Vaticano, enseñaba inglés en un centro de
Pero el nepotismo de Sodano viene desde mucho antes. Andrea Sodano es visto como un co-conspirador no indiciado en un fraude de bienes raíces en Estados Unidos, según el agente del FBI que construyó el caso. En 2008 un empresario italiano llamado Rafaello Follieri fue indiciado en Nueva York bajo los cargos de fraude y lavado de dinero en un negocio que llevaba propiedades y parroquias de
En documentos obtenidos por el FBI se destaca que Sodano cobró 75 mil dólares el 22 de agosto del 2005 por “servicios de ingeniería; el 12 de septiembre 15 mil por trabajo en Atlantic City y luego 80 mil en Orland Park, en la arquidiócesis de Chicago; el 21 de octubre 70 mil en Canyon City (sin precisar en estado); otros 50 mil de nuevo por Orland Park y 75 mil por más “servicios de ingeniería” sin especificar, dando un gran total para ese día de 225 mil dólares. Ninguno de los archivos de una sola cuartilla tiene alguna referencia al trabajo realizado.
José Barba, uno de los ex seminaristas denunciantes de Maciel. Foto: René Soto
En las llamadas semanales con Burkle, Follieri escalaba las demandas de fondos para Sodano, insistiendo en que el Vaticano necesitaba los peritajes para dar la aprobación de la venta de sus propiedades. La sociedad Follieri-Yucaipa le pagó a Andrea Sodano más de 800 mil dólares, hasta que en marzo ocho el cardenal Sodano le envió una queja escrita a Follieri: “Siento es mi deber decirte lo molesto que estoy al escuchar que tu compañía sigue presentándose como una con vínculos con el Vaticano por el hecho de que mi sobrino, Andrea, ha consentido en ocasiones a brindarte sus servicios profesionales de consultoría. No entiendo cómo este molesto malentendido pudo ocurrir, pero es ‘necesario’ que ya no se presente en el futuro. Apelo a tu sensibilidad para que seas cuidadoso respecto a este tema. Le informaré de igual manera a mi sobrino Andrea como a todos los que me han preguntado sobre tu empresa. Te mando mis saludos”.
Cuatro meses después de la carta del cardenal, Raffaello y Andrea volaron a Brasil donde Follieri le entregó un cheque por 25 mil dólares al arzobispo de Salvador Bahía, y otros 85 mil al de Río de Janeiro. “Los beneficiarios de estas transacciones no sabían que Follieri robaba dinero para dárselos”, dice un memorando condenatorio sobre Follieri. En la primavera de 2007, Ron Burkle quiso ver de cerca los reportes de ingeniería de Andrea Sodano. Follieri hizo que un asistente se quedara toda la noche redactándolos y posfechándolos. “Los reportes estaban en italiano”, explica el agente del FBI Theodore Cacioppi. “Eran de entre dos a cinco páginas. Ninguno contenía planos, dibujos técnicos, diagramas, esquemas o nada relacionado a un peritaje de ingeniería”. Los reportes de Sodano eran “casi inútiles, no reflejaban trabajo de ingeniería alguno y con seguridad no valían 800 mil dólares”. El asunto es que mientras Andrea ordeñaba ese negocio, el cardenal Sodano —habiendo prestado su oficina para saludos y parabienes con inversionistas potenciales en la inauguración del grupo de Follieri— comenzó a retractarse: Raffaello Follieri había comenzado a presumirle a nuevos inversionistas que él era el jefe de finanzas del Vaticano.
El ex secretario de Estado Vaticano, cardenal Angelo Sodano, reconocido protector de Maciel e involucrado en sospechosos manejos financieros. Foto: Valentina Petrova/ AFP
Yucaipo demandó a Follieri por 1.3 millones de dólares. Follieri se apresuró a querer pagar pero fue indiciado. El 23 de octubre del 2008, se declaró culpable en 14 juicios de fraude, lavado de dinero y conspiración, y fue condenado a 54 meses en una prisión federal. “Creemos que Studio Sodano (el nombre corporativo de la compañía de Andrea) cobró dinero conseguido por fraude”, confirma el agente del FBI Ted Cacioppi.
Andrea Sodano estaba en la seguridad de su patria italiana cuando Follieri fue arrestado en Nueva York. El documento del gobierno que acusa al segundo de recibir los pagos también dice que el Vaticano recibió “donativos” del fraude, lo que levanta dudas sobre el buen juicio del cardenal Sodano. ¿Que lo impulsó a confiar en un estafador como Follieri? El memorando de condena elaborado por el Procurador General explica: “Follieri creaba la falsa impresión de que tenía ligas con el Vaticano, lo que le permitía conseguir propiedades de
El memorando continúa: “Follieri también falsamente manifestó que necesitaba arriba de 800 mil dólares para pagar los reportes de ingeniería preparados por el sobrino. Follieri argumentaba que el Vaticano necesitaba ver esos reportes antes de decidir si venderle o no las propiedades”.
Mientras Follieri encontró un amigo en Andrea Sodano, Maciel encontró otro en el tío de Andrea, el cardenal. Maciel tuvo otros problemas cuando construyó la universidad Regina Apostolorum. Quería el reconocimiento vaticano del más alto nivel, como academia pontificia completa, para que la recién llegada compitiera con las mucho más viejas e históricas Luterana y Gregoriana. Para asegurarse esa certificación, fuentes que pidieron el anonimato dijeron que
Maciel murió en un momento cuando su vida iba en caída libre. A fines del 2008 estaba en un hospital de Miami, de acuerdo a un reportaje del 31 de enero de 2010 de los reporteros Sota y Vidal del diario español El Mundo. Aunque el artículo es pródigo en adjetivos sobre el carácter de Maciel, detalla la crisis que le creó a sus sucesores: en el hospital se reunieron Álvaro Corcuera, Evaristo Sada y otros líderes legionarios. Se reporta que Maciel rehusó la confesión, y sus hombres se estremecieron cuando llegaron dos mujeres: Norma y Normita, la mujer y la hija, ésta de 23 años. Fue entonces cuando Maciel exclamó: “quiero quedarme con ellas”.
El empresario italiano Rafaello Follieri, asociado con Andrea Sodano, sobrino del cardenal, fue indiciado en 2008 por fraude y lavado de dinero . Foto: Jeremy Kost/ AP
El artículo continúa diciendo que los sacerdotes legionarios, alarmados por la actitud de Maciel, llamaron a Roma donde Luis Garza, vicario de la orden, supo que estaba ante un grave problema. Consultó con Corcuera y tomó el primer vuelo a Miami. Le dijo al fundador: “le doy dos horas para venir con nosotros o llamo a la prensa y el mundo entero se enterará de quién es usted”. Y Maciel capituló.
Los legionarios llevaron a Maciel a una casa en Jacksonville, Florida, donde peleó contra los Santos Óleos que intentaba administrarle Corcuera. El artículo dice que Maciel rehusó la confesión final, y afirma que “ya no creía en el perdón de Dios”. Una opinión congruente con la sórdida vida de Maciel pero de la cual no hay prueba alguna aunque, al anunciar el ascenso del fundador al cielo inmediatamente después de su muerte, el alto mando de
Luis Garza, en un correo electrónico de marzo 15 del 2010 en respuesta a la petición de comentarios para esta entrevista contestó: “entiendo que tendrá muchas preguntas. Pero, como dije en un correo anterior, en este punto con la situación como está no hay mucho que yo pueda añadir. Mis disculpas. Continuaré rezando por todos aquellos que sufrieron por las acciones de Maciel. Y espero que usted y sus lectores nos mantengan en sus oraciones. Rezo por usted y su misión como periodista”.
Jason Berry es el autor de No nos dejes caer en Tentación/ Lead Us Not into Temptation y coautor, con Gerald Renner, de Votos de Silencio/ Vows of Silence, documental que explora la saga del Vaticano y el padre Maciel. Una beca del fondo de The Nation Institute apoyó la investigación de este artículo.
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