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OBISPO BRITÁNICO NO SE PRESENTARÁ EN EL JUICIO POR NEGACIONISMO DEL HOLOCAUSTO

Richard Williamson miembro de la organización católica integrista Fraternidad de San Pío X, debe ser juzgado por "incitación al odio racial" debido a declaraciones negacionistas formuladas en Ratisbona y difundidas por la televisión sueca el 21 de enero de 2009.


BERLIN, abril 14.- El obispo integrista británico Richard Williamson no se presentará el viernes al tribunal de Ratisbona, sur de Alemania, donde será juzgado por declaraciones que niegan el Holocausto de los judíos por los nazis, anunció el miércoles su abogado.

"No se presentará. En la audiencia explicaré por qué", declaró a la AFP Matthias Lossman, abogado de Williamson.

Monseñor Williamson, miembro de la organización católica integrista Fraternidad de San Pío X, debe ser juzgado por "incitación al odio racial" debido a declaraciones negacionistas formuladas en Ratisbona y difundidas por la televisión sueca el 21 de enero de 2009.

Por esas mismas declaraciones, Williamson había sido obligado en febrero del 2009 a irse de Argentina, donde residía desde 2003.

"Creo que no hubo cámaras de gas. Creo que de 200.000 a 300.000 judíos murieron en los campos de concentración pero ni uno en las cámaras de gas", había declarado Williamson, negando la matanza de seis millones de judíos por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Al recibir la denuncia, el tribunal de Ratisbona propuso a Williamson aceptar un procedimiento judicial simplificado y cerrar el caso mediante el pago de una multa de 12.000 euros, a lo cual el obispo se negó por discrepar con el tipo de acusación.

Tres días después de la difusión de las declaraciones, el papa Benedicto XVI levantó la excomunión de cuatro obispos de la Fraternidad, entre ellos la del prelado británico, para acabar con el cisma de los tradicionalistas, que rechazaban las reformas eclesiásticas del Concilio Vaticano II.

El escándalo había provocado una ola de indignación en el mundo, sobre todo en Alemania, patria del Papa, y en Argentina.

El gobierno argentino emplazó en ese momento a Williamson a abandonar el país en un plazo de diez días, "so pena de ser expulsado".