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Karadima y el juicio público

por Lucho Tabilo®
Judicial | Mayo 3, 2010

Es complejo y gravísimo comenzar a realizar sentencias de la gente con respecto a personajes mediáticos. Es sabido por todos que los medios de comunicación tienen la posibilidad de exaltar a una persona al mayor de los éxitos y glorias, y por otro lado, pueden llevar al más frío escenario de la derrota, el fracaso y el asesinato gratuito de la imagen pública. En este sentido hemos sido partícipes del juicio popular en contra del ex párroco de la Iglesia Sagrados Corazones de El Bosque, Fernando Karadima, y las acusaciones de delitos sexuales y homosexualidad hacia ex feligreses cercanos al sacerdote.

Para comenzar debemos tomar en cuenta que los antecedentes están siendo investigados por la justicia eclesiástica desde el 2005, año en que se realiza la primera denuncia de uno de los presuntos afectados por el abuso sexual del padre. La entidad canónica no ha llegado a ningún fallo ni conclusión final sobre la investigación.

Esto tardanza da para pensar que existe un nivel de ocultamiento de las presuntas infracciones que afectan a la iglesia, en momentos que está siendo observada por denuncias mundiales de casos similares. Si hasta el mismo papa Benedicto XVI pidió disculpas por los actos indebidos de sacerdotes y curas de la iglesia católica.

El padre Juan Barros Madrid, que sabía los hechos desde hace años manifestó como graves las denuncias y manifestó su pesar por lo acontecido, pidiendo orar por los afectados, la paz, discernimiento y fortaleza de la iglesia.

Por su parte la fiscalía Metropolitana Oriente ha comenzado las indagaciones pertinentes para llevar a cabo un veredicto judicial, pero esto tomará años. Hasta entonces la figura del padre Karadima será el blanco de críticas y comentarios que arruinarán y aplastarán su imagen.

Los ataques son a favor y en contra, y en esa materia la discusión es un mecanismo aceptable.Se puede debatir abiertamente sobre la actual situación de la iglesia, el manejo que ha tenido con respecto al tema de los abusos sexuales, hechos deshonestos, la crisis de la fe en las personas, la manipulación de la conciencia, etc., una gran variedad de temas que pueden ser objeto de conversación, pero comenzar a lanzar acusaciones abiertas y sin fundamento parece que es una situación demasiado lamentable, y mas aún, cuando se grita a los cuatro vientos desde el anonimato.

Estas letras no pretenden resguardar lo indefendible, ni menos aún dar un espaldarazo a las acusaciones que ha recibido el párroco, sino que abrir una ventana a la veracidad de las informaciones y que se logre hablar con absoluto respeto y altura de miras con temas que son extremadamente rigurosos.

Recordando casos similares, en que la población comenta sin piedad sobre el “otro” hago memoria sobre las acusaciones que recibió el ex empresario Claudio Spiniak, siendo juzgado “públicamente” como un pedófilo, cuando en estricto rigor fue formalizado por el delito de asociación ilícita por red de prostitución y estupro, sexo consensuado con mayores de 15 años.

Acá la información debe servir como una herramienta para ser más cautos y certeros con los epítetos que realizamos, ya que hay una gran diferencia en los delitos y su gravedad para con la sociedad.

De aquí en más muchas cosas seguirán acaparando las portadas y largos minutos de los medios periodísticos, tal vez, mucha sean ciertas y otras cuantas falsas falacias, nuestra misión como medios es meter el dedo en la llaga, claro, pero debemos dejar que obre la justicia para así determinar si es héroe o villano y en que sentido.