http://www.abc.es/20100501/internacional-africa/entrenar-futuros-desertores-20100501.html
Entrenar a los futuros desertores

Más de la mitad del millar de «soldados de elite», instruidos en agosto pasado por la Legión Extranjera francesa han desertado para engrosar las filas de la guerrilla islamista. El Gobierno somalí no hace frente a sus salarios de cien dólares al mes

Un grupo de insurgentes islamistas armados, en las calles de Mogadiscio el pasado fin de semana / REUTERS

POR EDUARDO S. MOLANO | CORRESPONSAL EN NAIROBI

Sábado , 01-05-10

Enmarcado dentro de la denominada Misión de Entrenamiento Militar de la Unión Europea en Somalia, desde el próximo 7 de mayo, 38 militares españoles comenzarán en Uganda el adiestramiento de los dos mil primeros miembros del futuro Ejército de Tierra somalí. Entre otras materias y especialidades, los soldados instruirán al destacamento africano en prevención y detección de artefactos explosivos improvisados, en misiones de combate y en la lucha contra la piratería en aguas del Índico. Todo ello, con un coste operativo de 2,7 millones de euros.

Aunque dados los antecedentes en la formación del futuro ejército somalí, las previsiones no pueden ser más negativas. Sin ir más lejos, el pasado agosto, la Legión Extranjera francesa, con la colaboración del Ejército estadounidense, entrenó en Yibuti durante treinta días a un millar de jóvenes somalíes destinados a convertirse en la guardia pretoriana del presidente, Sharif Sheikh Ahmed, así como a combatir a las milicias islamistas de Al Shabab, la rama de Al Qaida en el Cuerno de África.

«Disparar a matar»

En ese periodo de formación y pese a que todos los reclutas eran voluntarios, la Armada francesa, encargada de las guardias nocturnas en el campamento, recibió orden de «disparar a matar» a todo el que huyera de los barracones. Sin embargo, según ha denunciado esta semana el coronel del Ejército somalí Ahmed Aden Dhayow, más de la mitad de los miembros de este pretendido «cuerpo de élite» han desertado en los últimos meses para unirse a la insurgencia, ante la incapacidad del Gobierno de Mogadiscio para afrontar sus salarios: cien dólares al mes, unos 80 euros.

Esta deserción en masa, como señala a ABC Daveed Gartenstein-Ross -analista de la Foundation for Defense of Democracies-, muestra «lo contraproducente que resulta entrenar a unas tropas locales que nunca podrán ser absorbidas por el Estado, y que quedarán abocadas a engrosar las filas de las guerrillas accidentales al servicio de Al Qaida».

De igual forma, para Roland Marchal -analista del National Centre for Scientific Research- la paradoja de la crisis de Somalia es que se trata del «único conflicto africano en que todos los actores internacionales se niegan a negociar con unas milicias islamistas (Al Shabab) que controlan el 60% del territorio». Y así no hay entrenamiento que valga.

Kenia se «retira»

Mientras, en el otro frente del conflicto somalí, la piratería en aguas del Índico, la situación tampoco es alentadora. El pasado abril, el Gobierno de Kenia anunció que no juzgaría a más piratas somalíes capturados por militares occidentales en el marco de la operación Atalanta. Esta «retirada» se debe, según la titular de Defensa española, Carme Chacón, al «colapso» del sistema judicial keniano ante el gran número de detenciones.

Sin embargo, los motivos reales parecen ser, de nuevo, económicos, ya que según denuncia el procurador general de Kenia, Amos Wako, la comunidad internacional «ha incumplido su promesa de colaborar en la carga de procesar y encarcelar a los piratas». Según la International Maritime Bureau, durante 2009 -primer año efectivo de la operación Atalanta- se produjeron 406 incidentes piratas, las peores cifras desde 2003.