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Cura romano, juzgado por abusos, defiende al Papa

THE ASSOCIATED PRESS

ROMA -- Un cura bien relacionado en el mundo de la política, quien es juzgado por presuntos abusos sexuales a niños y adolescentes, aseguró el martes que es inocente y condenó lo que, en su opinión, no son sino intentos por "enlodar" al Papa con el tema de las acusaciones a supuestos clérigos pederastas.

El cura Ruggero Conti hizo una declaración espontánea durante una audiencia ante una corte en Roma. Está acusado de violencia sexual y prostitución, delitos en que las víctimas habrían sido siete niños que frecuentaban su parroquia en un barrio de clase baja en Roma

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En los interrogatorios policiales, los chicos -algunos de los cuales tenían sólo 13 años cuando ocurrieron los presuntos abusos- dijeron que Conti les tocaba los genitales y los obligaba a realizarle sexo oral en su casa, a donde frecuentemente los invitaba para cenar y ver películas.

El caso ha llamado particularmente la atención porque Conti fue asesor del alcalde de Roma, Gianni Alemanno, y oficiaba muy cerca del Vaticano.

En su declaración del martes, Conti aseguró que es inocente, y vinculó su caso con las críticas que el Papa ha debido capotear en las semanas recientes, ante el agravamiento del escándalo de supuestos abusos clericales, que ha amenazado con acercarse a la Santa Sede.

"Aquí estoy, señor presidente, y no soy un monstruo; soy inocente; lo digo con la conciencia limpia y humildemente", dijo Conti.

"Soy un cura, y las infamias de las que se me acusa acumulan el odio, no sólo hacia mí, sino que éste rebota inmediatamente, como una piedra en el agua, con el fin de golpear a la Iglesia y dañar al Santo Padre", dijo Conti. Añadió que las acusaciones recientes no son sino un intento por "enlodar" al pontífice.

Conti fue arrestado el 30 de junio de 2008, cuando se preparaba para un viaje a Australia con un grupo de jóvenes de su parroquia para el Día Internacional de la Juventud en Sydney.

El obispo que regía a Conti, monseñor Gino Reali, admitió en un interrogatorio posterior, obtenido por la AP, que sabía de algunas acusaciones vagas dos años antes de que el padre fuera arrestado por la policía, pero no lo retiró de su trabajo pastoral ni lo reportó ante las autoridades.

Reali dijo haber exigido a Conti que no permitiera que niños o adolescentes visitaran su casa, pero reconoció que su puesto eclesiástico no le permitía vigilar el cumplimiento de esa orden.

Los abogados de las víctimas piensan llevar a Reali al estrado como testigo, el 20 de mayo. Han dicho que si Reali testifica que sabía de los abusos pero no tomó medidas para reportarlos a la policía o a sus superiores, ello podría considerarse una acción para ayudar y encubrir un delito.

Caramella Buona, una organización sin fines de lucro que ha dado ayuda legal a las presuntas víctimas de Conti, condenó el martes la declaración del sacerdote, al señalar que el acusado no estaba en condiciones de comparar sus problemas con los del Papa.

"Don Ruggero y sus amigos pierden la paciencia, porque las evidencias en su contra se vuelven arrolladoras", señaló el presidente de la organización, Roberto Mirabile.

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