'Ante la falta de agua, sólo podíamos beber nuestra orina'

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Radovan Karadzic, durante la sesión donde Zulic narró su historia. | ICTY

· Ahmet Zulic describe las condiciones 'infrahumanas' de su cautiverio

· El ex prisionero musulmán denuncia las 'palizas' de los militares serbobosnios

· 'Cuando un niño les miraba, le decían que estaban practicando kár

· ate'

Efe | La Haya

Actualizado martes 13/04/2010 20:38 horas

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El juicio contra Radovan Karadzic se reanudó este martes en elTribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) con la intervención del primer testigo que participa en el proceso, el bosnio musulmán Ahmet Zulic, antiguo prisionero de un campo de concentración serbio.

"Ante la falta de agua, durante la detención sólo podíamos beber nuestra propia orina", contó la víctima, que describió las condiciones "infrahumanas" a las que fue sometido durante su cautiverio. Zulic explicó que vivió junto a decenas de otros detenidos en un pequeño garaje y relató las palizas que les propinaban las autoridades serbobosnias controladas por Karadzic.

"A veces un hombre nos sujetaba mientras otro nos golpeaba con un bate", sdijo el ex prisionero musulmán a la Corte, asegurando que llegó a recibir una brutal paliza por negarse a santiguarse, como le había pedido un soldado. "Cuando algún niño miraba a los militares, los serbios decían estar practicando kárate", apuntó Zulic.

Karadzic, acusado de genocidio y crímenes contra la Humanidad, se enfrentó por primera vez a los testimonios sobre las matanzas cometidas en Bosnia entre 1992 y 1995. El ex líder balcánico, que se declara inocente, se enfrenta a la cadena perpetua si es hallado culpable de ser el "comandante supremo" de una campaña de limpieza étnica contra los musulmanes, según la acusación presentada por el Fiscal, Alan Tieger. A Karadzic se le imputan 11 cargos por crímenes de guerra, contra la humanidad y por genocidio en la guerra civil de Bosnia-Herzegovina (1992-1995), donde se calcula que fueron exterminadas 100.000 personas y más de dos millones quedaron sin hogar.

Zulic fue prisionero del campo de detención de la región de Sanski Most, donde -segúin su relato- muchos prisioneros fallecieron por deshidratación. "Algunos morían en mitad de la noche entre alaridos de 10 minutos, que me parecían una eternidad, mientras que otros fallecían silenciosamente", dijo el testigo. Zulic destaca haber visto el asesinato de 20 hombres en 1992, a quienes los soldados serbios habían obligado a cavar su propia fosa.

Según el testimonio, hasta la llegada de la Cruz Roja Internacional a la zona no recibió tratamiento médico alguno y tan sólo él y dos prisioneros más fueron capaces de solicitar la ayuda, pues el resto se negó a hacerlo ante las amenazas del comandante del campo. Zulic también apuntó que fue obligado a firmar contra su consentimiento un documento por el que entregaba todas sus pertenencias.

A Zulic le seguirá el miércoles el testigo Sulejman Crncalo, cuya mujer fue asesinada en el mercado de Markale, en Sarajevo. En total, la acusación cuenta con hasta 12 testimonios programados sólo para el mes de abril. A las puertas del tribunal de La Haya se agolparon este martes una docena de manifestantes que denunciaron que Serbia aún no ha entregado al TPIY al antiguo jefe militar serbobosnio Ratko Mladic, aunque, según ellos, conoce su paradero.