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Temerosos y frustrados, muchos latinos en EEUU ignoran censo

miércoles 31 de marzo de 2010 17:35 GYT

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Por Esteban Israel

WASHINGTON (Reuters) - Aunque los latinos sean la minoría más grande de Estados Unidos, podrían desperdiciar la oportunidad de flexionar su músculo político si millones eluden esta semana un censo nacional.

Muchos entre los millones de inmigrantes hispanos ilegales en Estados Unidos temen que responder las 10 preguntas del censo aumente su riesgo de deportación. Otros están frustrados con el lento comienzo del presidente Barack Obama sobre una prometida reforma migratoria.

Un estudio del Pew Research Center mostró que un tercio de los hispanos no había escuchado del Censo 2010, un esfuerzo de 14.000 millones de dólares para trazar un mapa de la población estadounidense.

"Yo me atrevería a decir que más de un 50 por ciento de la comunidad latina no participa en el censo", dijo Juan Carlos Ruíz, un activista de origen peruano con la Federación Latina de Washington.

"El problema es que al no participar se está perdiendo una oportunidad muy grande política, económica, social y hasta cultural", agregó Ruíz, quien en el 2006 ayudó a organizar enormes marchas de inmigrantes.

Hay alrededor de 50 millones de hispanos en Estados Unidos. Una baja representación en el censo podría perjudicar su acceso a fondos federales para sus comunidades.

El censo busca en parte ayudar a distribuir mejor 400.000 millones de dólares en fondos federales.

Un conteo preciso debería, en teoría, traducirse en más maestros, instalaciones médicas e infraestructura muy necesitada en barrios con fuerte población latina. Debería aumentar también la influencia política de los hispanos, dándole a los distritos con muchos de ellos más asientos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

MIEDO A DEPORTACION

En Mount Pleasant, un barrio latino en Washington lleno de tiendas que ofrecen tortillas y se hacen transferencias al sur del Río Bravo, muchos residentes no tienen documentos y ofrecen respuestas vagas a los extraños, mientras sus ojos recorren sin parar la calle.

Esperando en una esquina para ser contratado para un trabajo en una obra, José Ricardo dijo que el censo no tiene sentido.

"No creo que lo haga. Los políticos nunca hacen nada por nosotros", dijo el salvadoreño de 35 años, con un gorro de lana calado sobre sus ojos.

Decenas de miles de personas se reunieron hace poco cerca de la Casa Blanca para recordarle al presidente Obama que están todavía esperando las reformas migratorias que prometió y que ayudaron a llevar números récords de latinos a las urnas cuando fue electo en el 2008.

La deportación es un temor constante para millones de latinos que viven sin papeles en Estados Unidos.

Las "remociones" de trabajadores ilegales aumentaron un 23,5 por ciento, hasta casi 357.000, en el año fiscal 2008, según cifras de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.

La reforma migratoria, que el anterior presidente George W. Bush intentó pero lo logró aprobar, puede ofrecer un camino para la legalización de alrededor de 10,7 millones de personas, el 80 por ciento de ellos latinos.

¿BOICOT?

Algunos grupos están promoviendo un boicot del censo, a menos que Obama frene las deportaciones.

"No nos queda más remedio que tomar acciones tan radicales como esta. Nuestra responsabilidad moral nos obliga a hacerlo", dijo el reverendo Miguel Rivera, líder de la Coalición Nacional Latina de Ministros y Líderes Cristianos.

Rivera explicó que el 38 por ciento de su congregación está compuesto por inmigrantes indocumentados y tienen miedo a que la Oficina del Censo pase la información a otras agencias federales, a pesar de la insistencia en que los datos son confidenciales.

"Para un inmigrante indocumentado no hay ningún beneficio (...) Creemos que unos 3,5 millones de miembros de nuestras congregaciones no van a participar en el censo", dijo.

Voto Latino, una organización sin fines de lucro que promueve la participación civil entre jóvenes hispanos en Estados Unidos, considera el boicot "irresponsable".

Su campaña "Be Counted" (Hazte contar, en inglés) cuenta con el apoyo de estrellas de Hollywood desde Jennifer López hasta Eva Longoria. Además, buscan contrarrestar el boicot ofreciendo descargas gratuitas de músicas de artistas como el merenguero dominicano Juan Luis Guerra.

"Boicotear el censo es una lógica muy equivocada porque ¿si no sabemos cuántos inmigrantes hay en este país, cómo vas a poder abogar por una reforma migratoria?", dijo el subdirector de Voto Latino, Josh Norek.

Pero los hispanos en Mount Pleasant y a lo largo y ancho del país se quejan del fracaso hasta ahora del Gobierno por impulsar con más fuerza las reformas migratorias, en una nación donde en muchas ciudades se venden más tortillas que pan.

Obama dedicó en enero 12 segundos a la reforma migratoria en su discurso sobre el Estado de la Nación. Ruíz dijo que aquello fue un "insulto" para la comunidad latina.

"Hay una frustración muy grande. Está creciendo mucho el sentimiento contra la administración Obama por la falta de acción", agregó Ruíz, quien hizo campaña por el presidente en el 2008 y en su laptop tiene una pegatina que dice "Latinos por Obama".

La Oficina del Censo promete que la información que recopile no conducirá a deportaciones.

"Todos deben ser contados. No preguntamos el estatus migratorio de nadie, no preguntamos el número de seguro social de nadie. Todo es estrictamente confidencial", dijo el jefe de publicidad del Censo, Raúl Cisneros.

Y algunos en las calles de Mount Pleasant parecen estar recibiendo el mensaje.

"Es muy importante que nos hagamos contar. Si tu estás interesado en la reforma migratoria, entonces tienes que hacerte escuchar", dijo Alcides, un salvadoreño de 42 años que trabaja como obrero de la construcción y que no participó en el último censo del 2000.

(Reporte de Esteban Israel. Editado en español por Silene Ramírez)