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Proponen que víctimas de abusos se reúnan en la Plaza San Pedro

Bernie McDeid, quien sufrió abusos en la diócesis de Boston, dijo que esos delitos "no pueden curarse hasta que la Iglesia no sea obligada a responder".

POR ANSA - 29/03/2010 - 16:41

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Una de las víctimas de los abusos cometidos por sacerdotes de la diócesis de Boston, Bernie McDeid, dijo a la prensa que quienes padecieron esos delitos "no pueden curarse hasta que la Iglesia no sea obligada a responder", y lanzó la idea de una reunión en la Plaza San Pedro de los afectados y sus familiares.

McDeid, quien se había reunido en 2008 con el Papa Benedicto XVI, decidió ahora movilizar a otras víctimas para mantener una segunda conversación con el Pontífice.

En cuanto a la reunión en la Plaza San Pedro, dijo el activista, "la llamaremos 'La Jornada de la reforma'" y manifestó su deseo de organizarla antes de un año.

Mcdeid, hoy de 54 años, puso en duda la eficacia del encuentro histórico que tuvo lugar en 2008 a la luz de las nuevas revelaciones sobre abusos sexuales contra niños y adolescentes.

El hombre dijo que en aquel momento salió de la conversación con el Pontífice convencido de que Benedicto XVI había comenzado a comprender el alcance de los crímenes cometidos. Ahora, agregó, "no lo creo tanto. Todo lo que hacen no es pensando en los niños. Es pensando en la Iglesia. Es siempre la Iglesia lo que ponen por delante de todo".

Por su parte, monseñor Charles Scicluna dijo que la idea de que el Papa pueda saber todo lo que hace cada uno de los sacerdotes "es un mito" y que las acusaciones de encubrimiento dirigidas al Vaticano son "falsas e injustificadas".

Scicluna, que hizo declaraciones a la ABCNews, es quien supervisa las denuncias sobre los casos de pedofilia de la iglesia desde su cargo de promotor de justicia de la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe.

La cadena de televisión norteamericana entrevistó también al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien dijo: "Hemos comprendido verdaderamente hasta qué punto es un crimen y un pecado terrible el abuso sexual de menores y haremos todo lo necesario para evitarlo en el futuro".

El cardenal Carlo Maria Martini, ex arzobispo de Milán, se declaró "muy sorprendido" al conocer las expresiones que le fueron atribuidas por el diario austríaco Die Presse en el sentido de que "la obligación del celibato de los sacerdotes debe ser reconsiderada". Es una expresión, según dijo, que "no corresponde a mi pensamiento".

Además, señaló que para él "es forzado conjugar la obligación del celibato para los sacerdotes con los escándalos de violencia y abusos de matriz sexual".

En tanto, la columnista Maureen Dowd, del New York Times, propuso acaso a modo de provocación que "una monja sea Papa", en una nota en la que afirma que "la Iglesia Católica no se recuperará nunca fingiendo que su Sagrado Pastor es visto como una oveja negra en el panorama cada vez más oscuro del escándalo de los abusos sexuales".

"El Papa Benedico XVI -advirtió- siguió en la prohibición de la ordenación sacerdotal de las mujeres y está decidido a impedir que los sacerdotes tengan esposa".

Por otra parte, el responsable de los monaguillos de Varna, región de 4.000 habitantes en el Valle de Isarco, norte de Italia, fue detenido acusado de violencia sexual contra niños y de producción y detención de material paido-pornográfico.

El laico, de 28 años, operaba también en otras asociaciones juveniles de la región que se encuentra cerca de Bressanone.

Mientras tanto, se conoció una serie de críticas a la decisión del arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schoenborn, de nombrar a una mujer, la ex gobernadora de Stiria Waltraud Klasnic, al frente de una comisión para investigar abusos sexuales de los sacerdotes de Austria.

Las organizaciones de base dicen que ni sacerdotes ni políticos deberían formar parte de ella y juzgan a Klasnic, del partido popular OEVP, católico, demasiado cerca de la Iglesia, y consideran que por ello no está en condiciones de actuar de manera independiente.

El deseo de protestar contra Benedico XVI y la Iglesia Católica, acusada de haber tapado por años los abusos de los sacerdotes paidófilos, contagió a Megmet Ali Agca, el turco que el 13 de mayo de 1981 disparó contra Juan Pablo II en Roma, quien pidió la "renuncia de Ratzinger".

Agca declaró a ANSA, después de una conferencia de prensa en Estambul, que debe elegirse "un nuevo Papa. Podrá ser un cardenal italiano o latinoamericano".

Veinte sacerdotes alemanes en tanto fueron acusados en el curso de las últimas semanas de abusos sexuales en la diócesis de Treviri, oeste del país, se informó hoy.

Los delitos de los que se los acusa ocurrieron entre 1950 y 1990. El obispo de Treviri, Stephan Ackermann, se declaró "personalmente muy afectado" y definió la importancia de lo ocurrido como "estremecedora".

Desde hace semanas, la Iglesia Católica alemana está conmovida por las revelaciones casi diarias de abusos sexuales o de casos de pedofilia.

Bernie McDeid, quien sufrió abusos en la diócesis de Boston, dijo que esos delitos "no pueden curarse hasta que la Iglesia no sea obligada a responder".

POR ANSA - 29/03/2010 - 16:41

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Una de las víctimas de los abusos cometidos por sacerdotes de la diócesis de Boston, Bernie McDeid, dijo a la prensa que quienes padecieron esos delitos "no pueden curarse hasta que la Iglesia no sea obligada a responder", y lanzó la idea de una reunión en la Plaza San Pedro de los afectados y sus familiares.

McDeid, quien se había reunido en 2008 con el Papa Benedicto XVI, decidió ahora movilizar a otras víctimas para mantener una segunda conversación con el Pontífice.

En cuanto a la reunión en la Plaza San Pedro, dijo el activista, "la llamaremos 'La Jornada de la reforma'" y manifestó su deseo de organizarla antes de un año.

Mcdeid, hoy de 54 años, puso en duda la eficacia del encuentro histórico que tuvo lugar en 2008 a la luz de las nuevas revelaciones sobre abusos sexuales contra niños y adolescentes.

El hombre dijo que en aquel momento salió de la conversación con el Pontífice convencido de que Benedicto XVI había comenzado a comprender el alcance de los crímenes cometidos. Ahora, agregó, "no lo creo tanto. Todo lo que hacen no es pensando en los niños. Es pensando en la Iglesia. Es siempre la Iglesia lo que ponen por delante de todo".

Por su parte, monseñor Charles Scicluna dijo que la idea de que el Papa pueda saber todo lo que hace cada uno de los sacerdotes "es un mito" y que las acusaciones de encubrimiento dirigidas al Vaticano son "falsas e injustificadas".

Scicluna, que hizo declaraciones a la ABCNews, es quien supervisa las denuncias sobre los casos de pedofilia de la iglesia desde su cargo de promotor de justicia de la Congregación Vaticana para la Doctrina de la Fe.

La cadena de televisión norteamericana entrevistó también al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien dijo: "Hemos comprendido verdaderamente hasta qué punto es un crimen y un pecado terrible el abuso sexual de menores y haremos todo lo necesario para evitarlo en el futuro".

El cardenal Carlo Maria Martini, ex arzobispo de Milán, se declaró "muy sorprendido" al conocer las expresiones que le fueron atribuidas por el diario austríaco Die Presse en el sentido de que "la obligación del celibato de los sacerdotes debe ser reconsiderada". Es una expresión, según dijo, que "no corresponde a mi pensamiento".

Además, señaló que para él "es forzado conjugar la obligación del celibato para los sacerdotes con los escándalos de violencia y abusos de matriz sexual".

En tanto, la columnista Maureen Dowd, del New York Times, propuso acaso a modo de provocación que "una monja sea Papa", en una nota en la que afirma que "la Iglesia Católica no se recuperará nunca fingiendo que su Sagrado Pastor es visto como una oveja negra en el panorama cada vez más oscuro del escándalo de los abusos sexuales".

"El Papa Benedico XVI -advirtió- siguió en la prohibición de la ordenación sacerdotal de las mujeres y está decidido a impedir que los sacerdotes tengan esposa".

Por otra parte, el responsable de los monaguillos de Varna, región de 4.000 habitantes en el Valle de Isarco, norte de Italia, fue detenido acusado de violencia sexual contra niños y de producción y detención de material paido-pornográfico.

El laico, de 28 años, operaba también en otras asociaciones juveniles de la región que se encuentra cerca de Bressanone.

Mientras tanto, se conoció una serie de críticas a la decisión del arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schoenborn, de nombrar a una mujer, la ex gobernadora de Stiria Waltraud Klasnic, al frente de una comisión para investigar abusos sexuales de los sacerdotes de Austria.

Las organizaciones de base dicen que ni sacerdotes ni políticos deberían formar parte de ella y juzgan a Klasnic, del partido popular OEVP, católico, demasiado cerca de la Iglesia, y consideran que por ello no está en condiciones de actuar de manera independiente.

El deseo de protestar contra Benedico XVI y la Iglesia Católica, acusada de haber tapado por años los abusos de los sacerdotes paidófilos, contagió a Megmet Ali Agca, el turco que el 13 de mayo de 1981 disparó contra Juan Pablo II en Roma, quien pidió la "renuncia de Ratzinger".

Agca declaró a ANSA, después de una conferencia de prensa en Estambul, que debe elegirse "un nuevo Papa. Podrá ser un cardenal italiano o latinoamericano".

Veinte sacerdotes alemanes en tanto fueron acusados en el curso de las últimas semanas de abusos sexuales en la diócesis de Treviri, oeste del país, se informó hoy.

Los delitos de los que se los acusa ocurrieron entre 1950 y 1990. El obispo de Treviri, Stephan Ackermann, se declaró "personalmente muy afectado" y definió la importancia de lo ocurrido como "estremecedora".

Desde hace semanas, la Iglesia Católica alemana está conmovida por las revelaciones casi diarias de abusos sexuales o de casos de pedofilia.