La pederastia, la cruz del pontificado de Ratzinger
La pederastia, la cruz del pontificado de Ratzinger
Benedicto XVI celebra el Via Crucis en la procesión del Viernes Santo realizada en el Coliseo de Roma en 2009. | Danilo Schiavella
· A partir del año 2001 empezó a llegar a la oficina de Ratzinger estos casos
· Eran los llamados 'delicta graviora', muy graves y reservados a
· Cuando lo eligieron Papa se propuso limpiar todas las tropelías de los curas
· Los primeros casos saltaron en EEUU, y se han extendido a Irlanda y Alemania
· También hay casos en Argentina Chile y Brasil, pese al poder de sus Iglesias
José Manuel Vidal | Madrid
Actualizado lunes 22/03/2010 19:58 horas
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"Habéis traicionado la confianza depositada y debéis responder ante Dios y los tribunales". Es el grito, dolorido y escandalizado, que el Papa Benedicto XVI lanzaba el pasado sábado en su carta pastoral a los fieles de Irlanda sobre los abusos sexuales del clero. Quizás porque el Papa anciano, que llegó al solio pontificio con la misión de limpiar la "suciedad" de
Hace ahora cinco años, el Papa Ratzinger fue elegido en el cónclavepara suceder a Juan Pablo II, el Papa Magno al que la gente quiso hacer santo súbito en el mismo momento de su muerte. Durante sus 27 años de pontificado, el entonces cardenal prefecto de
De hecho, a su oficina comenzó a llegar, sobre todo a partir del año 2001, toda la 'porquería' de
Unos son de carácter doctrinal: consagrar obispos sin permiso del Papa, profanar las sagradas especies o romper el secreto de la confesión. Perola mayoría tiene que ver con la moral: solicitar favores sexuales en la confesión, absolver al cómplice de una relación sexual o abusar de un menor de 18 años.
De hecho, antes de 2002 había denuncias, pero con escaso eco, que se resolvían siempre en las diócesis. La mayoría de las veces con el traslado de parroquia. O en casos muy graves, con el traslado de diócesis o mandado al cura abusador 'a misiones', es decir, a Latinoamérica sobre todo.
Sin embargo, de puertas para adentro ya había conciencia del problema. En mayo de 2001, por orden de Juan Pablo II,
Además, consciente de lo que se le venía encima, el poderoso dicasterio romano asumió ya el control de esos procesos, para sustraerlos a la órbita local, con la carta 'De gravioribus delictis' (Sobre los delitos más graves).
'¡Cuánta suciedad en la Iglesia !'
Pero el proceso comenzó a dispararse. Y por eso el Viernes Santo de 2005, el cardenal Ratzinger clamó: "¡Cuánta suciedad en
Sabía y sabe Benedicto XVI que, en los casos de pederastia, lo que se está jugando
Fiel a su misión, el Papa está dispuesto a cargar con la cruz de la pederastia en nombre de toda
El calvario de los curas abusadores
Porque
Roto el tabú, comenzaron a proliferar los casos de pederastia como setas. Sólo en los primeros seis meses de 2002 fueron apartados de sus cargos 218 sacerdotes y cuatro obispos en todo el país. Y uno de sus cardenales más potentes, Bernard Law, arzobispo de Boston, tuvo que abandonar su diócesis y refugiarse en el Vaticano, acusado de encubridor. Y eso que, en un primer momento, el purpurado se resistía a abandonar su sede, amparado en una consigna que, en aquella época y desde siempre era ley: "La ropa sucia se lava en casa".
Pero en la época mediática y de la globalización, la ropa sucia se lava y se tiende al sol de los medios. Y desde entonces, el goteo de casos ha sido incesante. De Estados Unidos el foco de la pederastia clerical se fijó en la católica Irlanda, uno de los países apostólicos y romanos a machamartillo, quizás para contraponerse a los anglicanos del Reino Unido.
Aquí, el informe Ryan recoge los testimonios de 2.500 víctimas entre 1930 y 1980, en un cuadro de violencia "endémica". Fue tal el escándalo que algunos prelados se vieron obligados a presentar su renuncia y el propio Papa tuvo que convocar a todos los obispos irlandeses a una cumbre especial en Roma.
Georg Ratzinger, cuando dirigía el coro de Ratisbona. | Efe
En las últimas semanas, el foco de atención se desplazó a Alemania, la patria del Papa Ratzinger. De momento afecta a 19 de las 27 diócesis y siguen surgiendo casos. Algunos de ellos muy especiales y llamativos. Por ejemplo, el que indirectamente salpica al propio hermano del Papa, Georg Ratzinger, director del coro de Ratisbona de 1964 a 1994, donde se descubrieron varios casos.
El anciano Georg se ha visto obligado a salir a los medios paras decir que él, como otros muchos en aquella época de ‘la letra con sangre entra’, lo único que hizo fue pegar algunos cachetes a los chavales. Y hasta tuvo que pedir perdón por eso.
Intentan implicar al propio Ratzinger
El efecto contagio fue cundiendo en Alemania y los medios de comunicación empezaron a hurgar en la archidiócesis de Munich, de la que Joseph Ratzinger había sido arzobispo entre 1977 y 1982. Y el diario 'Süddeutsche Zeitung' descubrió el caso de un cura acusado de abusar de niños, que fue trasladado en 1980 de Essen a Munich, donde fue asignado a trabajar en la comunidad de
También allí habría cometido agresiones y aún sigue en la diócesis. El diario sostiene que el traslado fue autorizado por Ratzinger, que, por tanto, supo del caso y no lo denunció. El Vaticano replicó de inmediato que el actual Papa es ajeno al caso y que fue el vicario general, Gerhard Gruber, que hoy tiene 81 años, el único responsable. Y Gruber salió a reconocer públicamente su "gran error" de encomendarle trabajo pastoral al cura pederasta, acogido en principio en la diócesis entonces regida por el actual Papa para seguir una terapia de curación.
Y de Alemania a Austria, Suiza, Dinamarca y hasta Italia, la propia casa del Papa. Y el efecto dominó sigue cundiendo. Y ya han aparecido los primeros casos en Argentina Chile y Brasil. Y eso, que, en Latinoamérica, el poder de la iglesia sigue siendo mayor y el temor reverencial de sus fieles, también. Son clavos, sólo clavos de la cruz del Papa Ratzinger.
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