Con el nombre clave de «Príncipe Verde» ayudó a derrotar la segunda Intifada

El hijo de un fundador de Hamas era el «topo» de la Inteligencia de Israel

25 Febrero 10 - Los Ángeles - La Razón

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Tras su conversión al cristianismo aceptó ingresar en una cárcel de máxima seguridad para poder infiltrarse.

El hijo de uno de los fundadores del movimiento integrista palestino Hamas trabajó para el «Shin Bet», el servicio de seguridad interna de Israel, durante más de una década y se convirtió en el topo más eficaz de los infiltrados en la organización islámica.
Esta historia de espionaje, que podría firma LeCarre, se publicará la próxima semana en forma de autobiografia. El autor, Mosab Hassan Yousef, hoy exiliado en California, cuenta su «proceso de conversión» y se extiende en algunas de las misiones más importantes llevadas a cabo por él. Ha sido el diario israelí «Haaretz» el que ha adelantado parte del texto. Mosab es el hijo de Sheij Hassan Yousef, uno de los fundadores de Hamas, movimiento que gobierna de facto en Gaza, y que está considerado como terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos. De sus memorias se desprende que la información que suministró a la inteligencia militar de Israel sirvió para descubrir una serie de células terroristas y para prevenir decenas de atentados suicidas e intentos de asesinato contra dirigentes israelíes.
Yousef, que se convirtió al cristianismo hace diez años, estaba considerado por el «Shin Bet» como la fuente más fiable de entre los dirigentes de Hamas, por lo que le atribuyeron el nombre clave de «Príncipe Verde», color que hace referencia a la bandera de Hamas.

Durante la segunda Intifada, la información proporcionada por Yousef permitió la detención de altos mandos palestinos responsables de planear atentados terroristas suicidas. Entre ellos, un jefe islamista en Cisjordania, Ibrahim Hamid; el fundador de la milicia «Tanzim», Marwan Barghuti, y un fabricante de bombas de Hamas, Abdulá Barghuti. Pero, hijo al fin y al cabo, Mosab Yousef fue también responsable de frustrar el plan de Israel de asesinar a su padre.
«Ojalá estuviera ahora en Gaza», se lamenta Mosab desde su exilio californiano. «Me pondría un uniforme militar y me uniría a las fuerzas especiales de Israel para liberar a Gilad Shalit. Si yo estuviera allí, podría ayudar. Perdimos muchos años en investigaciones y detenciones para capturar a los terroristas a los que ahora quieren liberar a cambio de Shalit. Esto no debe hacerse».
Sobre sus memorias de Yousef, escritas con la ayuda de Ron Brackin, Mosab espera que con su vivencia se pueda enviar un mensaje de paz a los israelíes. Sin embargo, no cree que pueda haber un acuerdo de paz. «Hamas no puede firmar la paz con los israelíes porque está en contra de lo que Dios les ha dicho».
Mosab recuerda que los palestinos «no vacilan cuando perpetran una matanza en una mezquita o tiran a la gente desde un quinto piso de un edificio, como hicieron durante el golpe de Estado en Gaza. Los israelíes nunca podrían hacer estas cosas. Los israelíes protegen mucho más a los palestinos que los líderes de Hamas o Al Fata».
El «Príncipe Verde» fue infiltrado en la cúpula de Hamas en 1997. Para ello fue «encarcelado» por el «Shin Bet» como un preso más durante un año.

Dubái descubre otros 15 pasaportes
La policía de Dubái indicó que otros 15 titulares de pasaportes occidentales –6 británicos, 3 franceses, 3 irlandeses y 3 australianos– figuran entre los sospechosos del asesinato del jefe de Hamas Mahmud al Mabhuh, con lo cual suman ya 26 los presuntos involucrados en el crimen. Cinco de los 15 nuevos sospechosos son mujeres. Todos habrían llegado a Dubái procedentes de seis ciudades europeas y de Hong Kong, precisó la Policía. El asesinato de Mahmud al Mabhuh hace un mes en Dubái está envuelto en sombras, no sólo por la autoría, de la que se acusa al Mosad, sino por las actividades de este hombre en el brazo armado del movimiento islamista.