| Por primera vez y como respuesta a las críticas recibidas por la gestión de los casos de pederastia, el Vaticano divulgó ayer su manual para evitar que estos crímenes se mantengan impunes en el seno de la Iglesia católica, y que establece como punto principal la obligación a todos los obispos y demás miembros del clero a denunciar cualquier caso a las autoridades civiles y no a las eclesiásticas.
Durante la etapa preliminar y hasta que el caso esté concluido, el obispo puede imponer medidas cautelares para salvaguardar a la comunidad y a las víctimas y asegurar que los niños no sufren nuevos daños.
También contempla que en los casos más graves, como que el acusado confiese sus delitos y acepte llevar una vida de plegarias y penitencias, el Papa puede expulsarlo del seno de la Iglesia, sin pasar por un juicio canónico previo, como era habitual hasta ahora.
Crimen que prescribe. Lo que todavía no ha modificado el código pontificio es la anulación de la prescripción de los delitos de pedofilia, que ocurren diez años después de que el menor que ha sufrido abusos alcance la mayoría de edad. La nueva guía señala en su último punto que la Congregación para la Doctrina de la Fe “ha comenzado a revisar” este punto.
“Absoluta transparencia”. El viceportavoz del Vaticano, Ciro Benedettini, precisó que no se trata de un documento nuevo, sino que es la guía redactada en 2003 por el propio Ratzinger, cuando era cardenal y prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Inquisición) y que ha sido publicada ahora, por primera vez, “en nombre de la absoluta transparencia impuesta por el Papa” para estos casos.
Ratzinger se ha visto salpicado, después de que varios diarios aseguraran que cuando estaba al frente del ex Santo Oficio encubrió a sacerdotes pederastas, lo que ha sido desmentido por la Santa Sede, que ha denunciado una “innoble campaña” para golpearle, “cueste lo que cueste”. |
Entradas
Comment Form under post in blogger/blogspot