Secta religiosa secuestra a niña

Fuente: Redacción Satélite

Escolar de 16 años desaparece misteriosamente de su casa y padres desesperados la buscan por todos lados

DESAPARECIDA

Sandra Morales Anticona se encuentra angustiada. Desde hace una semana, su vida se ha vuelto amarga, casi no duerme y vive pegada al teléfono, esperando que suene y que sea la voz de su hija mayor al otro lado de la línea. Sandra es la madre de Jennifer Joanna Vásquez Morales, la escolar de 16 años que desapareció de su domicilio el domingo pasado y que hasta ahora no aparece, por más que se la busca por cada rincón de la ciudad.

Lo grave del caso es que la última noticia que se tuvo de ella fue que se encontraba en poder de una secta religiosa que pregona la llegada del “fin del mundo”, y que cuyos miembros se dedican a captar a menores de edad para luego inducirlos al consumo de drogas, como la marihuana.

Morales Anticona declaró que su hija, quien este año iba a cursar el quinto de secundaria en el colegio Salazar Bondy, desapareció, en efecto, hace una semana.

“El domingo salí de casa para ir al mercado, y cuando regresé, ya no estaba… la busqué por toda la casa, pero fue en vano…”, relató.

Al borde de la desesperación, le timbró varias veces a su celular, sin embargo, siempre sonaba el tono de apagado.

“No sabía qué hacer, mi niña había desaparecido… entonces decidí denunciar el caso ante la Policía, pero los efectivos me dijeron que –según el reglamento- tenían que pasar 24 horas para que recién puedan recibir mi denuncia”.

Sandra Morales tuvo que regresar a su casa con la angustia encima, y allí esperó las 24 horas de las que hablaron los agentes.

Una vez culminado el tiempo, volvió a la dependencia policial, y aunque ya el caso está también en el Ministerio Público, ella denuncia públicamente que hasta ahora nadie ha movido un solo dedo para encontrar a su hija.

EN PODER DE SECTA

Dispuesta a no quedarse de brazos cruzados, Sandra investigó por su propia cuenta, y así, interrogando a todos los amigos de su niña, se enteró de que esta había conocido hace unos meses por Internet a un sujeto de nombre Fernando, practicante de una religión conocida como Waiki.

Este sujeto, mucho mayor para la escolar, la introdujo en las prácticas de aquella secta.

Dichas prácticas se basan principalmente en el estudio del Antiguo Testamento, y en pregonar la llegada del fin del mundo.

Además, se distinguen por la forma como visten: blanco de pies a cabeza; y porque caminan descalzos, nunca comen carne (son vegetarianos) y viven como nómades, de una ciudad a otra, vendiendo artesanías y buscando nuevos adeptos, principalmente a menores de edad a los que pueden manipular.

“Son ellos quienes los inducen al consumo de la marihuana, algo que es ilegal. Lo que me causa más indignación en este momento es que cuando fuimos a la comisaría, los policías nos dijeron que no podían aceptar la denuncia como un secuestro, pues no había habido violencia en la desaparición de mi hija; sin embargo, estamos hablando de una menor de edad, que aún no está en capacidad de tomar sus propias decisiones. A ella la han manipulado y de seguro que también la están induciendo al consumo de esas drogas”, aseveró Harold Vásquez Vargas, padre de la estudiante.

Vásquez Vargas añadió que los miembros de esa secta infunden miedo en los menores con el cuento de que se avecina el final para la humanidad, y de que deben dejar todas sus pertenencias atrás y unirse a ellos para alcanzar la salvación.

“Mi hija conoció de esos individuos por Internet, por eso recomiendo a los padres de familia que tengan cuidado y que supervisen lo que sus niños ven por este medio de comunicación masivo”, acotó.

EN TUMBES

Recién el martes en la tarde Sandra Morales tuvo noticias de su hija. Ambas se comunicaron por Internet, y la menor le confirmó lo que tanto temía: era cierto que estaba en poder de aquel grupo de fanáticos religiosos. También le contó que ya no estaba en Trujillo, sino en Tumbes.

“La verdad no sé qué otras cosas la estarán obligando a hacer… solo quiero que ella regrese. Es una niña, y esos hombres se han aprovechado de eso para inducirla a que se marche de la casa, la han manipulado… solo les pido que me la regresen… la extraño”, expresó la agobiaba madre.

Y cuando su madre le dijo que ya la Policía la estaba buscando, la menor cambió su historia y le respondió que estaba con una amiga, intentando encubrir de esa manera a los sujetos que la tienen en su poder.

06-03-2010