Chile:A 1 mes del sismo más largo de la historia (y sigue temblando...)

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A 1 mes del sismo más largo de la historia (y sigue temblando...)

Hoy se cumple 1 mes del sismo más largo de la historia. 7 minutos, 8,8º Richter y un tsunami que dejó 452 muertos y 100 desaparecidos. Mucha gente aún duerme en autos o en la planta baja para huir en caso de réplicas, como la de ayer viernes 26/03. A 1 mes del sistmo, el presidente chileno Sebastián Piñera visitó las regiones del Maule y el Biobío para verificar “que se estén cumpliendo las metas establecidas respecto la emergencia inmediata y las emergencia de invierno” después de ocurrido el terremoto del 27/02.

| 27/03/2010 | 11:22

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CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Presidente chileno, Sebastián Piñera, encabezó una vigilia en Concepción para recordar el mes transcurrido desde el terremoto de magnitud 8,8 en la escala de Richter que azotó el centro-sur del país.

En el lugar, anunció que "hemos llegado a un acuerdo con las Fuerzas Armadas para que su rol se extienda por todo el proceso de reconstrucción, ya que queremos ir cambiando los fusiles por las palas",

El mandatario llegó al centro de la ciudad penquista para reunirse con los pobladores, que vivieron su 1ra. noche sin toque de queda desde el 28/02, celebraron la decisión del gobierno, mientras algunos pedían que se extendiera la restricción.

A las 3:34 horas, Piñera y las personas presentes en el frontis de la catedral de Concepción prendieron velas para recordar el momento exacto en que comenzó el movimiento telúrico.

"Quiero pedirle al Congreso que se olvide de las pequeñeces, se olvide de las divisiones y piense en Chile y nos ayude a aprobar esas leyes que son fundamentales para traer ayuda (...) para que la reconstrucción empiece sobre el pie derecho, sobre roca y no sobre arena", dijo Piñera una vez terminado el acto.

La permanencia militar -señaló Piñera- tiene como objetivo colaborar en la entrega de ayuda y participar del proceso de levantar a Chile de los escombros.

Precisamente, desde los militares llegaron las críticas iniciales a Michelle Bachelet y su actuación en la crisis.

En tono de crítica, Juan Emilio Cheyre, ex jefe del Ejército y hoy día un dirigente político, indicó que “al Ejército no se le consideraba una herramienta, por el poder político, útil para una misión que le corresponde en la Constitución”, en tácita alusión a que la ex Presidente habría dudado en movilizar a los militares para atender la emergencia presentada horas después del terremoto.

Uno de los cuestionamientos más sentidos del general jubilado fue que hubo una considerable demora de tiempo en ordenar al Ejército a hacerse cargo de las zonas más afectadas, sobre todo para resguardar el orden y a la ciudadanía.

Cheyre manifestó a CNN-Chile que “para que la rueda empiece a girar, en el caso de las Fuerzas Armadas, sobre todo en estas tareas, usted le tiene que dar la orden”. Y añadió que “entonces aquí hubo una grave crisis y una falta inexcusable de oportunidad en dar la orden para actuar”.

Para que no quedara duda, Cheyre indicó: “Me estoy refiriendo al poder político y específicamente a la Presidenta, porque los asesores aquí no valen”.

Esas declaraciones se suman al listado de malos entendidos, roces e informaciones confusas sobre lo que ocurrió en torno del terremoto entre La Moneda, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y otras entidades, en su coordinación con la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército.

Coyuntura

A 1 mes del terremoto y maremoto en la zona costera de Chile, mucha gente continúa durmiendo en los autos o en las plantas bajas de sus casas, para poder escapar rápidamente en caso de un nuevo sismo, como el que ayer afectó al norte del país sin causar daños.

La psicosis y la paranoia sobre la posible venida de un tsunami mantienen tensos a los habitantes del puerto de Constitución.

Los equipos de expertos que trabajan en salud mental en la zona advierten que pueden llegar a ser 20% del total de las personas las que queden con secuelas psicológicas permanentes a causa del sismo, según las estimaciones preliminares. El miedo al mar es la constante que, pese al transcurso de los días, mantiene paralizada a una gran parte de la población.

Otra de las áreas que se vislumbran como focos de conflicto a raíz del terremoto es el cambio en la fisonomía de la ciudad, algo que preocupa a los equipos de salud mental, sobre todo en las personas mayores. Cuenta desde Pelluhue el médico psiquiatra Jaime Sandoval: "Una persona que ha visto su ciudad de una forma siempre, ahora va a tener un impacto muy fuerte al ver las casas derrumbadas y construcciones nuevas, lo que puede generar una situación de desarraigo".

También se trabaja en el peligro de perder el sentido de pertenencia, ya que la gente no sólo perdió la casa que construyó con esfuerzos de toda una vida, sino en muchos casos es la herencia de varias generaciones.

Además, los profesionales detectan una alta movilidad de parte de los damnificados. En Cobquecura, la localidad más cercana al epicentro, pero donde no hubo maremoto tras el terremoto, el miedo hace de ésta una situación patente: "La gente pasa de vivir en carpas en el cerro A al cerro B en dos o tres días, y después a una mediagua. Y luego no le gusta y vuelve al cerro", cuenta Fernando Suárez, encargado de Salud Mental de la comuna.

Un testimonio

Fernando Roa Verdugo, apodado 'Feño', vive en Penco, pero el terremoto le sorprendió en Concepción el mismo día en que cumplía 39 años, en casa de su hermana, en el barrio que linda con la universidad.

Algunos aseguran que fue a las 3:34, pero él sostiene que a las 3:29 de la madrugada empezó todo.

Fue entonces cuando la casa de madera comenzó a moverse. "Parecía un barco en alta mar", recuerda Feño. "Pude reunirme en la puerta con Enrique, Carolina y los niños, que habían salido al tiro", recuerda.

"La Luna estaba linda. Tras el estruendo de los muebles cayendo hubo mucho silencio. Era extraño. La gente no gritaba". Ni siquiera los niños. Nicolás, el mayor, llevaba la cuenta para ver si el movimiento sísmico superaba los 20 segundos. Era su modo de saber si era terremoto o temblor. Con un pico de 90 segundos, al final duró 7 minutos.

Se metieron en el vehículo a esperar a que terminaran las réplicas y a que por fin amaneciera. Lo peor, no obstante, estaba por llegar.

El epicentro del sismo se había localizado a 90 kilómetros al noroeste de Concepción, en el lecho del océano Pacífico. Dicen los manuales que a todo terremoto de más de 7,5 grados con epicentro en el mar le sigue un maremoto.

Los padres de 'Feño', que estaban en su casa de Penco, en la costa, a sólo 11 kilómetros, lo sabían.

Por eso salieron del apartamento para ir a una de las colinas del pueblo. Grimanesa Verdugo, la madre, había vivido allí mismo, con 10 años, el gran terremoto de 1960: 9,5º en la escala de Richter, el de mayor magnitud en la historia del planeta. Aquella vez el maremoto consiguiente llegó hasta Japón.

"En el cerro", cuenta Fernando Roa, un sobreviviente del maremoto, "las únicas noticias las tenía un vecino que lleva siempre una radio vieja. Llevábamos 3 horas allí y empezaba a clarear cuando oímos los altavoces de los coches de la municipalidad diciendo que bajásemos al pueblo, que no había ningún riesgo. Y bajamos".

Estaban en su casa recogiendo ropa, barriendo vidrios rotos y el elefante de cerámica hecho añicos cuando se oyó una voz: "¡Se salió el mar!".

"Pensamos que era una cañería rota, pero el agua no dejaba de subir", relata Grimanesa. "Estábamos en la calle cuando pasó un taxi vacío que nos subió de nuevo al cerro. El agua le llegaba a las ruedas".

¿Por qué nadie dio la señal de alarma?

Esa pregunta entretiene las horas de conversación a la luz de las velas, en la reclusión impuesta hasta ayer por el toque de queda.
Los sismos son parte de la historia de Chile. Regularidad sísmica lo llaman. Después del terremoto la tierra no paró de temblar. Dicen que durará tres meses.

De la "regularidad sísmica" forman parte los 80 temblores que, sin ser réplica de ninguna tragedia, son detectados a diario en Chile por los sismómetros pero que pasan inadvertidos a los seres humanos.

También los 45 terremotos destructores -es decir, de magnitud superior a 7,5º- reseñados en el país en los últimos 450 años.
Muertos aparte, el terremoto de 1985 provocó pérdidas cercanas al 9% del PIB de Chile. En esta ocasión, se estima que el costo será de US$ 30.000 millones.

Antecedentes como ésos son los que convierten en un drama absurdo las 6 horas de confusión que impidieron que alguien anunciara debidamente un maremoto mucho más destructivo que el terremoto del que nació.

Apagón de las comunicaciones en la Oficina Nacional de Emergencia, un anuncio a la presidenta Bachelet de que el epicentro estaba en tierra y el aviso desde Hawai recibido en la Armada por alguien que no hablaba inglés son algunos de los capítulos de una historia que terminó mal, impropia de un país que tiene por costumbre quebrarse regularmente.

A unos días de ceder el gobierno a Sebastián Piñera, a Bachelet también se le reprocha que tardó demasiado en decretar el estado de excepción para contener los asaltos a los supermercados en Concepción.

El último en tomar esa medida había sido Pinochet, en 1985, y a muchos el paralelismo les ponía en aprietos.

Un sismo de 6,2 grados en la escala de Richter sacudió ayer viernes 26/03 el norte de Chile sin dejar víctimas o daños materiales, pero causando pánico. El gobierno descartó un alerta de tsunami.

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