Una de cada tres bajas en las fuerzas de la coalición se produce por disparos a larga distancia / Los insurgentes incorporan a tiradores de élite, igual que la Alianza

Los talibán copian a la OTAN

25 Febrero 10 - Ethel Bonet / Corresponsal en Asia Central

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EE UU lleva el peso de la guerra afgana; suma 1006 muertos del total de 1661 de la coalición internacional.

Los talibán se han convertido en expertos francotiradores. Tanto es así que los marines estadounidenses reconocen que se enfrentan a una amenaza más letal que los temidos artefactos explosivos improvisados, principal causa de muerte de los soldados aliados en Afganistán.
La OTAN se ha encontrado ahora con un enemigo más sofisticado y mejor cualificado de lo que esperaba. Este hecho inesperado se ha vuelto un quebradero de cabeza para la coalición internacional en su ofensiva para recuperar el control del feudo insurgente de Helmand. Lo que menos esperaban las tropas aliadas, lideradas por Estados Unidos, era verse envueltas en una tremenda cacería contra audaces francotiradores insurgentes.

En declaraciones a «The Times», un portavoz de la Infantería de Marina estadounidense dijo ayer que el primer día de la Operación Mushtarak (Juntos, en la lengua dari) un francotirador talibán alcanzó con un solo disparo en el corazón a un marine y otro sobrevivió gracias a que la bala impactó en el casco.

El nivel de tiro sorprendió a los soldados estadounidenses. «Nunca hemos experimentado este nivel de amenaza, el enemigo está muy capacitado», manifestó el cabo Thomas Gibbonsneff, jefe del equipo de francotiradores de la Compañía Bravo del I Batallón del Sexto Cuerpo de Marines.

No hay duda de que las mejoras en el armamento para la insurgencia proceden del exterior, pues los propios talibán han reconocido que reciben apoyo técnico y financiero de países árabes.
Sin embargo, durante el desarrollo de la ofensiva conjunta en Marjah, las tropas aliadas han encontrado armas y municiones en el campo de batalla que procede de los suministros robados a la OTAN. La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) está consternada por esta nueva revelación, ya que podría poner en peligro su misión si los talibán emplean armas de la Alianza para luchar contra las tropas extranjeras. Durante los últimos dos días la Compañía Bravo ha ampliado su zona de control a cinco kilómetros, enfrentándose a una resistencia «resuelta» en diversos aspectos.

A medida que han avanzado los soldados han encontrado un laberinto de búnkers, túneles y escondrijos con armas de fuego pequeñas. Los mandos del Ejército norteamericano explicaron que los Talibán esperaban ser atacados desde el Este y el Oeste, por lo que «les pilló por sorpresa» que los helicópteros que transportaban a las tropas de la Alianza Atlántica aterrizasen en el centro de Marjah.

Los talibán creían que esta operación no iba a diferir a grandes rasgos de otras anteriores, y en lugar de entrar en una guerra frontal en una región llana –conscientes de las pérdidas que sufrirían– decidieron usar una táctica de ataque y repliegue. Sin embargo, se guardaron un as en la manga: La formación de un regimiento de tiradores de élite.
Lo más alarmante para Estados Unidos es que tras los combates algunos de los casquillos de balas que han encontrado son del calibre 5.56 milímetros, de la Alianza Atántica (SS109).
Hasta la fecha, el número de soldados estadounidenses muertos en la guerra de Afganistán alcanza las 1006 bajas del total de 1661 de la coalición, un hito en el conflicto, iniciado hace más de ocho años. En este último tiempo, una de cada tres víctimas se produce por un disparo a larga distancia. En todo caso, el número de muertos puede seguir aumentando debido a la ofensiva militar en Marjah.
Nada más conocerse el alto número de bajas de EE UU en Afganistán, el jefe del Estado Mayor norteamericano, el almirante Mike Mullen, advirtió de que «debemos armarnos de valor para los días más duros que vendrán, no importa cuán exitosos seamos algún día».
En la misma línea se expresó el secretario de Defensa, Robert Gates, que si bien reconoció que la ofensiva Mushtarak avanza más lenta de lo previsto debido a la resistencia de los talibán, «en ningún caso pone en duda» la estrategia del comandante estadounidense de la OTAN en ese país, Stanley McChrystal.

Rusia no quiere desestabilizar oriente medio
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, vinculó ayer por primera vez el retraso en el suministro de misiles S-300 a Irán con la carrera nuclear que ha emprendido este país. Lo hizo durante la rueda de prensa junto a su homóloga europea, Catherine Ashton. «Existen principios fundamentales respecto a a la venta de armas, incluidos en nuestra legislación y la internacional, para que no se desestabilice la región», dijo Lavrov. Hace unas semanas, Netanyahu obtuvo en Moscú el compromiso de Rusia de paralizar la venta pero no hubo confirmación oficial. Ayer, a su vez, un alto diplomático ruso avanzó que su país no prevé aprobar una resolución contra el sector energético y bancario como pide EE UU.