Cierran caso contra policías implicados en muerte de joven negro en Nueva York

El FBI aseguró que no hay pruebas para mantener los cargos contra los agentes involucrados en el tiroteo de Sean Bell en 2006.

POR EFE - 16/02/2010 - 21:24

Las autoridades estadounidenses informaron hoy que fue cerrada por falta de pruebas la investigación contra los policías implicados en la muerte en 2006 de un joven negro del barrio de Queens, tras un tiroteo en el que hubo hasta cincuenta disparos.

"No hay pruebas suficientes para mantener los cargos criminales contra los oficiales del Departamento de Policía de Nueva York involucrados en el tiroteo mortal de Sean Bell", aseguró la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) en un comunicado.

Bell murió en noviembre de 2006, a los 23 años, horas antes de celebrar su boda y mientras festejaba su despedida de soltero, durante un incidente en el que varios policías efectuaron cincuenta disparos contra el automóvil que ocupaba a la salida de un clubcon dos de sus amigos, también negros y quienes resultaron heridos.

Miembros de la Oficina del Fiscal del Distrito Este de Nueva York, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia y de la Policía neoyorquina se reunieron hoy con la familia de Bell, su prometida y los amigos con los que estaba el día en que murió para informarles del cierre de la investigación.

En su día, el incidente suscitó de inmediato una gran conmoción y rabia entre la comunidad afroamericana de la ciudad y en otros ámbitos de la sociedad neoyorquina, que ha denunciado la brutalidad que en ocasiones utiliza la policía.

Tres agentes recibieron cargos de homicidio voluntario e involuntario por la muerte del joven y llegaron a sentarse en el banquillo de los acusados, pero finalmente fueron declarados inocentes por un juez de Queens.

El Departamento de Justicia abrió después una investigación sobre lo ocurrido para determinar si se había cometido una violación penal de los derechos civiles de Bell.

Sin embargo, las autoridades dicen no haber sido capaces de "establecer, más allá de toda duda razonable, que los oficiales que dispararon (contra Bell y sus dos amigos) lo hicieron deliberadamente", por lo que se ha decidido cerrar la investigación.